Neurociencia de la procrastinación: cómo combatirla y aumentar la productividad
Imagen generada con IA
¿Alguna vez has tenido una tarea importante que hacer, pero en lugar de ponerte a trabajar, te has distraído con otras cosas menos urgentes o más placenteras? Si la respuesta es sí, no te sientas mal: la procrastinación es un fenómeno muy común y humano, que afecta a casi todo el mundo en algún momento de su vida.
La procrastinación o dilación, el acto de postergar o posponer tareas o responsabilidades, retrasando su realización a pesar de ser conscientes de las consecuencias negativas de dicha demora, es una conducta en la que casi todos incurrimos alguna vez, y se ha convertido en uno de los mayores enemigos para la productividad.
Para los procrastinadores habituales, que representan aproximadamente el 20% de la población, siempre hay un buen motivo para aplazar lo que sea que hay que hacer, y lo han convertido en una conducta crónica. El «no tengo ganas» llega a tener prioridad sobre sus objetivos o responsabilidades, y puede llevarlos a una espiral descendente de emociones negativas que disuaden aún más los esfuerzos futuros. Cuando todas esas tareas pendientes se amontonan en una lista interminable, tienen enormes dificultades para terminar lo que comenzaron y aparecen la ansiedad, el estrés y el arrepentimiento de no haberlo hecho cuando se tenía tiempo.
Aplica inteligencia artificial en el día a día de tu organización
En la era digital en la que vivimos, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un componente esencial para el éxito de las organizaciones en todo el mundo. Ya no es una tecnología futurista reservada sólo para expertos y grandes corporaciones.
Al contrario, convertida en una herramienta accesible y poderosa, la IA, que tiene el potencial de transformar casi todos los ámbitos de actividad, ha llegado al día a día de organizaciones de todos los tipos, tamaños y sectores y se ha integrado en diversas áreas de su actividad para aumentar la eficiencia, mejorar la toma de decisiones y brindar ventajas competitivas.
En este artículo, exploraremos algunos ejemplos de cómo aplicar IA en la vida cotidiana de una empresa.
Lee el resto de esta entradaProceso y técnicas para mejorar la toma de decisiones
La toma de decisiones (TD), de la que ya vimos su funcionamiento y bases neurológicas, es una habilidad fundamental en los ámbitos profesional y personal, ya que nos permite resolver problemas, aprovechar oportunidades y avanzar hacia nuestras metas. Implica evaluar diferentes opciones y elegir la más adecuada según los objetivos y criterios establecidos y los recursos disponibles.
Sin embargo, no siempre es fácil tomar decisiones acertadas, ya que muchas veces nos encontramos con dificultades para tomarlas, ya sea por falta de información, de tiempo, de confianza o de claridad, sobre todo cuando hay situaciones de incertidumbre, presión o conflicto. Por eso, es importante seguir un proceso y contar con diferentes técnicas que ayuden a mejorarla, haciéndola más racional, eficaz y creativa.
Lee el resto de esta entradaLa importancia de la educación financiera en la vida cotidiana
En un mundo globalizado económicamente y con unos sistemas financieros cada vez más desarrollados, con un importante aumento en la oferta de productos y servicios financieros, algunos con un alto grado de complejidad —recordemos las preferentes—, la educación financiera se ha convertido en un tema cada vez más importante en nuestra vida cotidiana. Es absolutamente fundamental tener la capacidad de manejar nuestro dinero de manera efectiva y tomar decisiones económicas informadas y responsables para alcanzar nuestras metas financieras a largo plazo y mejorar nuestra calidad de vida.
La educación financiera se refiere al conocimiento y habilidades necesarias —abarca temas importantes de economía, finanzas, matemáticas y análisis— para tener una comprensión clara de los conceptos financieros básicos: presupuesto, ahorro, inversión, crédito, acciones, bonos, fondos de inversión…, y saber cómo aplicar esos conocimientos en la vida cotidiana.
Aunque puede parecer algo lejano, aburrido o sin sentido, está presente en cada aspecto de la vida y deberíamos verla como una gran aliada y una herramienta muy eficiente para tomar el control de nuestras finanzas, proteger a ahorradores e inversores, evitar situaciones perjudiciales como el endeudamiento, la quiebra y el fraude económico, y aumentar la estabilidad y el desarrollo del sistema económico y financiero.
Pero, desafortunadamente, tal y como he podido constatar en muchos de mis cursos y talleres y diferentes estudios ponen recurrentemente de manifiesto —ya en 2005 la OCDE recomendaba desarrollar programas de difusión explicando los conceptos básicos entre la población general— el nivel de cultura financiera está muy lejos de ser el adecuado.
Inteligencia artificial: revolución tecnológica con potencial ¿sin límites?
Hasta hace bien poco, cualquiera que mencionase la Inteligencia Artificial en una conversación no especializada podía esperar una de estas dos reacciones sorprendentes: ¿Qué? o “Y ¿bien?”. Ni que decir tiene si se refería a ella por IA (AI en inglés). Entonces, probablemente, se verían caras muy extrañas. Y, aunque muchas personas aún no han oído hablar de ella o no se han percatado de su existencia, pocas tienen más que una idea esquemática sobre lo que entraña, y la mayoría son muy escépticas respecto a su valor humano, no cabe duda que, desde la eclosión de GPT3 (Generative Pretrained Transformer, un modelo predictivo de lenguaje generativo desarrollado por OpenAI, que ha sido entrenado con una gran cantidad de texto en internet para responder a preguntas y generar texto de manera autónoma), es uno de los temas de moda. Sobre todo, por la cantidad de cuestionamientos y desacuerdos que se están produciendo sobre la naturaleza, el control y el uso de esta nueva disciplina, pues no hay una sola definición que juzguen feliz por igual todos los practicantes y usuarios de ella.
¿Qué es la inteligencia artificial?
La inteligencia artificial (IA) es el campo de la informática que se ocupa del desarrollo de algoritmos y sistemas capaces de realizar tareas que imitan la inteligencia humana, como el aprendizaje, la percepción, el razonamiento y la toma de decisiones, que mejoran conforme la información que recopilan es cada vez mayor y de mejor calidad.
La IA funciona combinando grandes cantidades de datos con procesamiento rápido e iterativo y algoritmos inteligentes, permitiendo al software aprender automáticamente de patrones o características en los datos. Permite que los sistemas tecnológicos perciban su entorno, se relacionen con él, resuelvan problemas y actúen con fines específicos.
Ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años y se ha utilizado para mejorar, entre otras cuestiones: la eficiencia y la precisión en diversas tareas, como el diagnóstico médico, la identificación de fraudes, la atención al cliente y la optimización de procesos industriales.
Apuntes sobre neurociencia y toma de decisiones
Texto
La neurociencia es, por mucho, la rama más excitante de la ciencia, porque el cerebro es el objeto más fascinante del universo. Cada cerebro humano es diferente, hace a cada ser humano único y define quién es”.
Stanley B. Prusiner (Premio Nobel de Medicina, 1997).
Se denomina toma de decisiones (TD) al proceso sistemático de elección entre un conjunto de posibles alternativas y la información disponible, y que generalmente define un modo de acción o una idea.
A lo largo de la historia se ha considerado a los seres humanos como seres racionales. Ya los pensadores de la antigua Grecia consideraban que las decisiones humanas eran producto de un cuidadoso análisis y se basaban en el razonamiento. A partir de esta idea, tradicionalmente, se han utilizado modelos en los que suele darse por sentado que las personas analizan los posibles pros y contras desde la perspectiva del interés propio y, luego, toman una decisión meditada y racional.
Esta forma de pensar se ha mantenido, sin fluctuaciones, a través de la historia. Y es que, desde su origen, el ser humano se ha visto en la necesidad de tomar decisiones constantemente: desde qué comer, hasta qué hacer con cada aspecto y en cada circunstancia de su vida. Decisiones que varían en intensidad y magnitud, desde las más simples hasta las más complejas y dicotómicas. De esta manera, tomar decisiones es una tarea cognitiva de gran importancia para los seres humanos, directamente relacionada con, casi nada, la adaptación, la supervivencia y la reproducción.
Este enfoque puede resultar sólido y útil, pero en muchas ocasiones presenta un serio defecto: ignora los factores psicológicos y sociales que influyen en la conducta. Las personas no somos fríos autómatas. Por el contrario, somos actores emocionales e influenciables, cuyas decisiones se ven afectadas por nuestras vivencias, normas, redes sociales y modelos mentales compartidos. Factores todos ellos que contribuyen a determinar lo que percibimos como deseable, posible o incluso imaginable para nuestras vidas.
Lee el resto de esta entradaComo desarrollar una mentalidad de innovación
Foto de Skye Studios en Unsplash
La innovación es el proceso de convertir ideas en «algo» (solución, producto o proceso) que genere valor para el mundo y la sociedad de forma sostenible.
¿Por qué innovar?
En los últimos años nadie parece poner en duda que hay que innovar ni que la capacidad de innovar se ha convertido en uno de los grandes activos de las compañías líderes de hoy. Eso es lo que dice la teoría. Otra cosa es lo que muestra la práctica, donde solo algunas la han convertido en su estrategia fundamental para ocupar posiciones relevantes en un mundo tremendamente rápido y cambiante, donde no se puede dar casi nada por sentado y quedarse quieto, donde seguir haciendo lo mismo, suele significar, debido a la gran presión del entorno, estar fuera y, antes o después, desaparecer.
En este contexto, la importancia estratégica de la innovación ha ido creciendo significativamente a través de los años y se ha convertido en un factor imprescindible de competitividad y notoriedad para cualquier organización.
Además, las organizaciones no son las únicas que buscan innovar para ser más competitivas. Crear y fomentar nuevas ideas que cambien la forma de hacer las cosas, es también una inyección positiva para el desarrollo de las personas. Las amantes del progreso no añoran el pasado y tienen visión de futuro porque saben que lo nuevo siempre está por llegar.
¿Ocupado o productivo?: tú decides
Getty images
Una de las constantes de la mayoría de los profesionales de este país, probablemente sea algo también global, es lo ocupados que están, la gran cantidad de tareas que afrontan y el sinnúmero de compromisos que atienden. Pero, que una persona esté muy ocupada, que haga muchas cosas, no, necesariamente, significa que sea una persona productiva. El número de horas dedicadas al trabajo y las tareas llevadas a cabo no son sinónimos de que sean los adecuados para alcanzar los objetivos que se plantee lograr. Suponiendo, claro, que se los haya planteado.
Con al ánimo de ayudar a tantas personas despistadas, muchas equivocadas, a continuación, comentaré algunas de las cosas que podemos, y debemos, tener en cuenta para dejar de estar (mal) ocupados y ser más productivos.
Lee el resto de esta entrada